martes, 29 de marzo de 2011

Culturalia_año1_numero III


Una aproximación a la Historia de la medicina desde una perspectiva filosófica…
Dr. Hipócrates: “Un Filósofo”

Primera parte. Por: Analía Artigas Sabaj
En esta entrega hemos puesto en cuestión, algunos conceptos hipocráticos como punto de partida, para aproximarnos a lo que entendemos como “la filosofía de Hipócrates” en las próximas entregas, desarrollaremos algunas otras cuestiones.
Veremos: La teoría de los humores, como base de su práctica médica (La idea del hombre como un microcosmos), el lugar del cuerpo y de la muerte, la ética en la medicina hipocrática (papel del juramento hipocrático) y el humanismo presente en esta medicina.
(...)
Jugando a ser Dios.
por Mario Alonso
"En esta nueva corriente el producto artístico no solo es un objeto expositivo sino que también es un “producto biológico” complejo que además posee vida.
Los conocimientos, los tubos de ensayo, los laboratorios, los bio reactores, los genes, los ensayos genéticos y cualquier cosa que uno piense que puede hallar en la isla del doctor Moreau o en los talleres e Frankeistein son la materia prima para la generación de material biológico modificado como mariposas, plantas, semillas, tejido humano y animales vertebrados que tiene como finalidad no solo manipular los sucesos evolutivos e históricos sino romper con conceptos profundos que hasta ahora eran intocables de todas las culturas."
(...)
¿Ciencia para todo y para todos?
"Primero que nada creo que sería bueno saber de qué estamos hablando para poder dar una opinión valedera de este tema.
Para el que recién se encuentra con este tema vale decir que en lo personal creo que es algo sumamente importante en el avance de la genética y su investigación, estamos hablando de un profundo cambio que posibilitará salvar muchas vidas. Vamos a tratar de explicar todo lo más simple posible, dejando de lado el lenguaje científico, técnico, para poder entender mejor de qué se trata. "
(...)
CIENCIAS: SUSTENTO DEL PODER ECONÓMICO
"ÉPOCA CONTEMPORÁNEA
En la relación saber-poder, existen múltiples elementos que emergen para el análisis, en este breve ensayo se intentará mostrar el aspecto instrumental, por consiguiente el valor de la ciencia como medio para sustentar el poder.
Realicemos una breve síntesis histórica del devenir científico hasta los inicios del siglo veinte, para poder apreciar de qué manera se ha modificado el valor instrumental de las ciencias pasando de ser sustento del poder político al económico"
(...)
Feyerabend: una breve aproximación al anarquismo epistemológico por Sebastian Peralta. Tercera y ultima parte.
"La ciencia como una empresa “esencialmente anarquista”.
Dice Feyerabend en la introducción de su Tratado contra el método: “La ciencia es una empresa esencialmente anarquista; el anarquismo teórico es más humanitario y más adecuado para estimular el progreso que sus alternativas basadas en la ley y el orden”
(...)

Una aproximación a la Historia de la medicina desde una perspectiva filosófica…

Dr. Hipócrates: “Un Filósofo”
Primera parte

Por: Analía Artigas Sabaj

Una aproximación a la Historia de la medicina desde una perspectiva filosófica…
Dr. Hipócrates: “Un Filósofo”
Primera parte

Por: Analía Artigas Sabaj

En este breve artículo pretendemos comenzar a mostrar el lugar que ha ocupado la reflexión filosófica en la “Historia de la medicina” tomando como uno de sus referentes a Hipócrates de Cos[1]. Lo veremos como uno de los ejemplos antiguos del lugar de la metafísica aplicada a la profesión científica. Fue un hombre de ciencia (aunque primitiva), un médico que realiza su tarea que podría entenderse como meramente práctica, pero veremos que previamente y a la vez concibe un conjunto de teorías acerca del hombre, que lo convierten además de médico en todo un filósofo.

Hipócrates ha incorporado a su teoría acerca de la medicina la especulación filosófica, en el sentido de que, como veremos, ha reflexionado acerca de ¿Qué es la vida?, ¿Qué es la muerte?, ¿Qué lugar ocupa el cuerpo en la vida del hombre?, ¿Cuál es el puesto del hombre en el universo?, entre otras. Es por esto que la ciencia médica, no es una disciplina meramente práctica, aunque su método es empírico, y parte de la observación de cada paciente. El médico nunca debe olvidar que tiene frente a él no solo un cuerpo enfermo, sino toda su personalidad, esto es, que debe tener en cuenta que además de las reflexiones generales sobre el hombre, cada individuo es diferente a otro. No habrá una terapia idéntica para todos, por lo cual el médico debe encontrar la manera apropiada para cada cura. En este sentido, lo no empírico, o en este caso, lo metafísico, es fundamento para el trabajo con lo empírico, pero lo empírico hace re-ver la teoría, ya que “cada caso es un mundo”. La medicina hipocrática, busca dar fundamentos teóricos, y no solamente prácticos, se constituye —con afán de ser una téchne que puede dar cuenta de sus fundamentos teóricos y no sólo prácticos.
El tema de las relaciones entre la filosofía y la medicina es un tema muy amplio, sobre el que se han escrito muchos comentarios, nos limitaremos sólo a mencionar algunos antecedentes filosóficos que han inspirado a Hipócrates:

El gran filósofo y médico Alcmeón de Crotona (nacido hacia el 500 a. que descubrió el papel del cerebro como centro del pensamiento y el sistema nervioso, y que definió la salud como un equilibrio de fuerzas y la enfermedad como un excesivo predominio de una de ellas (es decir, la salud como isonomía y la enfermedad como monarquía, utilizando una muy sugerente metáfora política), parece haber abierto una senda muy transitada por los hipocráticos.

Podemos recordar también que en Sobre la naturaleza del hombre parece clara la influencia de la teoría de Empédocles sobre los cuatro elementos cósmicos (también Empédocles fue médico, aunque tal vez poco ortodoxo).

El hombre es, para estos médicos, (los hipocráticos) un cuerpo, sano o enfermo, cuyos trastornos psíquicos tienen también un origen corporal.

Conviene saber que es la naturaleza del cuerpo y como está compuesto para intervenir en el proceso de curación. La atención del médico esta puesta en un objetivo practico. Saber qué es el hombre en abstracto, indagar la constitución del cuerpo es clave, pero en medicina está subordinado a una actuación práctica terapéutica. De ahí que para los hipocráticos, hay una cierta dependencia de las teorías filosóficas como fuente.
Esta medicina pionera se desarrolló con talante científico, aunque con medios terapéuticos muy limitados, con evidentes lagunas básicas en su visión general de la enfermedad (recordemos, por ejemplo, que los griegos ignoraban la existencia de los microbios, carecían de una química elemental y tenían un instrumental médico rudimentario y una farmacopea muy reducida).
El nivel de la ciencia hipocrática, debe estimarse más que por sus logros concretos por sus afanes racionalistas y sus objetivos. Conviene, evaluar esa “hazaña científica” no tanto por sus logros concretos como por sus planteamientos y sus anhelos.

¿Cuál es el lugar del saber del médico?

El médico hipocrático se considera un profesional, que aplica su téchne al cuidado de los enfermos. La therapeía (terapia) del cuerpo del enfermo constituye su objetivo. Con su tratamiento profesional, objetivo, racionalizado, pretende devolver a éste la salud perdida. De modo que los conceptos de salud y enfermedad resultan básicos para comprender su actuación.
Pretende mediante su cuidado médico hacer que el enfermo recupere su salud natural, el buen orden de su cuerpo, el equilibrio interno —recordemos el símil de Alcmeón de la isonomía de los elementos— que ha sido perturbado por algún agente dañino.
Todo debe funcionar de acuerdo con la naturaleza. Vencer a la enfermedad significa recomponer o reconquistar la propia physis (naturaleza) eliminando los factores dañinos que la descompensaban.
Por tanto, como ya hemos dicho, conviene saber qué es la naturaleza propia del cuerpo y cómo está éste compuesto, a fin de intervenir en el proceso de curación.
Al médico hipocrático no le importan las enfermedades, sino el enfermo, La enfermedad, es, un concepto central en la perspectiva hipocrática, pero porque El hombre es, en esta perspectiva médica, ante todo un ser sujeto a las enfermedades, y luego a la muerte.
El cuerpo humano es así visto como un recipiente complejo y un tanto misterioso, cubierto por la piel y articulado por el esqueleto, que puede ser afectado por heridas externas y desequilibrios internos.
Detectar la enfermedad, prever su desarrollo, combatir su avance, y tratar de restaurar la salud en el cuerpo dañado, tales son los afanes del médico como técnico al servicio de la sociedad. La medicina es una téchne y no una epistéme (puro conocimiento teórico), y como tal arte o ciencia aplicada debe definir bien sus objetivos y métodos para obtener sus resultados.
Es un saber empírico, en todo caso, que requiere una teoría previa, pero que debe ser revalidada justamente en su praxis terapéutica habitual, mediante experimentos y comprobaciones metódicas. En ese sentido al hipocrático le importa menos saber qué es el hombre que observar y comprender cuándo y cómo enferma, y cómo puede ser devuelto a su salud natural, a su equilibrada naturaleza.
No tenían nada del complicado instrumental moderno, por supuesto. Ni microscopios, ni estetoscopios, ni rayos X. Acostumbraba el médico a servirse de sus facultades de observador, poniendo en juego todos sus sentidos y su práctica clínica. Todavía pasa por alto alguna manifestación importante: no toma el pulso al enfermo, por ejemplo. Para conocer el aspecto de las enfermedades examina al enfermo buscando las manifestaciones externas de su mal. A partir de los síntomas, debe inducir los padecimientos internos y pronosticar el proceso morboso. Todo se despliega ante los ojos del médico, ininteligible al profano, reveladora para el profesional.
El pronóstico y no el diagnóstico es lo característico de ese saber médico, que ve al enfermo como paciente de un proceso, en el que el cuerpo es como el campo de batalla de factores enfrentados. Excelente observador en muchos casos, anota los cambios del mal, atiende especialmente a los momentos decisivos, las crisis, y orienta, por decirlo así, el proceso hacia un buen final. Pero muchas veces el médico se encuentra con la imposibilidad de salvar al enfermo, cuando el daño es ya irreparable o imprevisible el remedio.
El médico apenas interviene en algunos casos, o no nos dice cómo ha intervenido, sino que asiste al combate del enfermo con su dolencia como un atento y refinado testigo.


En esta entrega hemos puesto en cuestión, algunos conceptos hipocráticos como punto de partida, para aproximarnos a lo que entendemos como “la filosofía de Hipócrates” en las próximas entregas, desarrollaremos algunas otras cuestiones.
Veremos: La teoría de los humores, como base de su práctica médica (La idea del hombre como un microcosmos), el lugar del cuerpo y de la muerte, la ética en la medicina hipocrática (papel del juramento hipocrático) y el humanismo presente en esta medicina.



[1]Hipócrates de Cos médico griego que vivió entre 460 y 380 a. C. aproximadamente, contemporáneo al filósofo Sócrates.

Jugando a ser Dios.

por Mario Alonso
1_Origen.
Como es previsible en cada fracción del tiempo en que se desarrolla una manifestación artística es común que esta adopte la tecnología que precede a su tiempo así lo hizo la fotografía, el arte audiovisual y el arte virtual.
A comienzos de los años noventa el interés por la genética y el fuerte peso ejercido por la biotecnología en la economía mundial hicieron que las ciencias biológicas avanzaran de forma avasallante en el status de las ciencias físicas y la investigación teniendo como punto máximo para su consagración la decodificación del genoma Humano. Este suceso provocó grandes conflictos y especulaciones que no solo captaron la atención de la biología sino también que resonaron y se instalaron en cuestiones éticas, económicas, políticas y religiosas. Y el arte no se hizo esperar, en 1999 en el festival de Arte Electrónica el brasileño Eduardo Kac presentó el término BIO ARTE declarando que tenía como propósito principal borrar la línea entre la ciencia y el arte (logro obtenido 400 años antes por Leonardo Da Vinci pero que poco a poco fue disolviéndose), como cuestionarse la influencia que padece la vida humana ante el avance de la ciencia.

2_Bio Arte.
Hoy podemos decir sin miedo a que nos tiemble la voz al afirmarlo que el Bio Arte es una de las primeras corrientes del siglo XXI. Y que sus manifestaciones no solo quiebran con los límites que podían conceptualizarse o teorizarse sino que sobrepasan los límites esperados por cualquier científico o fanático de la ciencia ficción.
El Bio Arte, no posee una definición aun etimológica muy clara, pude considerarse como el arte que manipula el materia viva para llevar a cabo sus obras y performances pero con esto estaríamos colocando al Bio arte en periodos históricos anteriores a los 70`s donde ya el cuerpo del artista pertenecía a la obra y en muchas oportunidades era la misma obra.Pero debemos ante las pruebas que nos presentan los nuevos artistas aventurarnos a considerar que el Bio Arte es: “El arte de hacer la vida”.
En esta nueva corriente el producto artístico no solo es un objeto expositivo sino que también es un “producto biológico” complejo que además posee vida.
Los conocimientos, los tubos de ensayo, los laboratorios, los bio reactores, los genes, los ensayos genéticos y cualquier cosa que uno piense que puede hallar en la isla del doctor Moreau o en los talleres e Frankeistein son la materia prima para la generación de material biológico modificado como mariposas, plantas, semillas, tejido humano y animales vertebrados que tiene como finalidad no solo manipular los sucesos evolutivos e históricos sino romper con conceptos profundos que hasta ahora eran intocables de todas las culturas.

3_Los artistas y sus trabajos.
Aquí no hablamos de teorizadores ni conceptualistas que buscan justificar y fundamentar cualquier acto realizado al azar para que pueda venderse o pertenecer a la disciplina artística. Los nuevos “artistas” son científicos que pasan sus vidas en los laboratorios o dentro de las grandes universidades de ciencias, y no solo hay en ellos un interés estético en sus ceraciones sino también una funcionalidad acorde a los intereses de la época contemporánea o a futuro.
Tal es el ejemplo de Oron Catts que ha generado formas de carne y pieles alternativas utilizando material orgánico poco convencional, es interesante este proyecto no solo porque genera material orgánico sin que exista un animal o vegetal que lo provee sino que ataca un de las problemáticas fundamental como lo es la ”escases” de alimentos.
También encontramos a Martha Menéndez una artista portuguesa que en su proyecto “Nature?” pretende generar mariposas adultas vivas con patrones de diseño en sus alas ya preestablecidos previamente antes de su nacimiento, o sea modificar genéticamente las mariposas para que contenga los diseños creados por la Dr. Menéndez al momento de nacer.
Este proyecto nos plantea la re invención de nuestro entorno animal respetando y cuidando el ecosistema así como la posibilidad de recuperar algunas especies extintas a causa de nuestro descuido.
Por otra parte encontramos al artista Turco Stelarc que se ha implantado una oreja en su brazo en una especie de performance sensorial, esta oreja es elaborado en un laboratorio construida genéticamente y de forma sintética. Stelarc no solo justifica su trabajo como un concepto extra sensorial sino que nos muestra el avance de esta nueva tecnología en lo que puede ser con respecto al reimplante de partes o miembros perdidos.
Por último tenemos a la manifestación artística más “atormentante”, (por decirlo de una manera) hasta el momento. Una coneja llamada ALBA presentada en la bienal de arte del 2006, que cuenta con la particularidad de ser una coneja completamente “normal” hasta que se coloca bajo luz azul y su piel se vuelve fluorescente. El autor Eduardo Kac que ya en 1999 había descripto el concepto de Bio Arte y creado un gen que al descodificarlo podía leerse el Libro Génesis de la Biblia, ahora no solo irrumpe con la modificación genética de un ser vertebrado sino que nos muestra que mezclar dos especies completamente diferentes como un mamífero y un nidario (medusa) es real y ya no un cuento de ficción. Mostrándonos que las transformaciones transgénicas no tiene una limitación si saben manejarse, más que un aviso es una cautelosa alerta.

4_Consecuencias.
El Bio arte con sus trabajos modifica las posibilidades de darle un límite al arte, la creación siempre fue una meta a la cual no se podía llegar porque al alcanzar el último horizonte nos dábamos cuentas que allí existía uno más lejano, pero hoy la creación no tiene otro significado que la creación misma.
El renacimiento nos reveló que hay más que el plano, representar fielmente fue un límite cumplido con la fotografía, la emoción la plasmaron las vanguardias, el movimiento el cine, lo no real el NET arte (arte digital computarizada). Hoy el arte alcanza un límite que nadie pudo haber soñado, el artista ya no representa la imagen sino que la crea desde la nada, le da forma, color, textura y vida. El arte se adelanta a la ciencia no porque esto sea una carrera, sino como un justificativo para asistirla, en el renacimiento Da Vinci diseccionaba cuerpos bajo el justificativo de hacer mas reales sus dibujos mientras le regalaba a la medicina el libro más completo de anatomía y fisiología jamás pensado.
Antes las trabas políticas, sociales y religiosas, el arte que es ajeno a ellas, se arriesga se inmiscuye en caminos que el médico no puede. No por falta de capacidad sino porque los riesgos son muy altos como para afrontarlos. El desprestigio, la desacreditación, la acusación de loco o morboso y el retiro de fondos y títulos es algo que un hombre de ciencia no puede permitirse. Pero un artista no gana un título de artista porque ello no existe, como un innovador es marginado y acusado y nunca tomado en serio. Pero eso no importa porque son gajes del oficio.
Hoy el arte toma nuevamente el lugar que le corresponde hacer el trabajo sucio, obligar a pensar a las masas, regalarles la oportunidad de decidir y generar conocimientos que en un futuro serán beneficiosos para toda la sociedad.

Fragmento de una entrevista realizada a Eduardo Kac por José Luis Vicente:

“El octavo día” consiste en una semiesfera en la que podemos encontrar una ecología transgénica formada por ratones, plantas y peces. Todos han sido modificados con el gen de la medusa y al igual que Alba producen un brillo verde cuando son expuestas a la luz azul. Pero además, he introducido en la semiesfera un “biobot”. Desde el 97 vengo creando máquinas que son el opuesto del cyborg; es decir, en vez de integrar la tecnología en un ser vivo, se trata de un robot en el que he integrado un grupo de amebas. El biorobot se mueve en el espacio de acuerdo con la actividad de estos organismos, pero también podremos dirigir un poco su dirección desde una página web”

¿Ciencia para todo y para todos?



¿Por qué es necesario el uso de las células madre y la genética
para el beneficio de la sociedad ?

Primero que nada creo que sería bueno saber de qué estamos hablando para poder dar una opinión valedera de este tema.
Para el que recién se encuentra con este tema vale decir que en lo personal creo que es algo sumamente importante en el avance de la genética y su investigación, estamos hablando de un profundo cambio que posibilitará salvar muchas vidas. Vamos a tratar de explicar todo lo más simple posible, dejando de lado el lenguaje científico, técnico, para poder entender mejor de qué se trata.
Una célula madre es una célula que tiene la capacidad de autorrenovarse mediante divisiones, es decir, que produce más células madre y al mismo tiempo origina células hijas.
Hay varios tipos de células madre, en la actualidad de las que mas se puede decir algo, ya que son de las mas estudiadas, seria de las células madre embrionarias, y de las células madre de la medula ósea.
Las células madre embrionarias son capaces de generar todos los diferentes tipos celulares del cuerpo.
Las células madre de la medula ósea son capaces de generar todos los tipos celulares de la sangre y su sistema inmune.
Hoy por hoy datos científicos afirman que es casi mínima la diferencia que hay entre células madre embrionarias y las adultas ya que se creía que las embrionarias solo podían generar células de su ambiente y no generar células por fuera del espacio en el cual se encuentran.
Los tejidos y huesos se regeneran (siempre y cuando se hallen en la posición correcta) gracias a las células madre.
Cuando se produce un problema en la médula ósea, ya sea generando más glóbulos blancos (ocasionando leucemia), o menos glóbulos blancos (ocasionando anemia), es necesario realizar un transplante de células madre para restituir al cuerpo nuevas células.
Las células madre al poder generar las células de tejidos, músculos y órganos pueden llegar a curar, en un futuro no muy lejano, enfermedades terribles como el Alzheimer y el mal de Parkinson, pueden ayudar a mejorar el tejido y el músculo cardíaco, las quemaduras, etc.
Otras enfermedades que se están estudiando con células madre son los accidentes cerebro-vasculares, la diabetes, lesiones en la médula espinal y cáncer.
Unos de los tratamientos más prometedores es el de la proliferación In Vitro de células madre en el cordón umbilical para poder aumentar el número de células madre para una posible necesidad en un transplante.
Muchos se oponen a esta práctica por que la ven como una manera de destruir a la vida en sus comienzos, y lo que no ven más allá de cualquier campo religioso es que eso que ellos pueden catalogar como “asesinato”, es lo que les puede salvar sus propias vidas.
El poder trabajar con células madre abre un abanico inmenso de posibilidades de todo tipo, nos da la chance de creer un poco más en la ciencia y en sus avances.
El cigoto es como la madre suprema de todas las células madre, para los que no se acuerdan el cigoto es formado cuando el óvulo es fecundado por el espermatozoide.
Esta súper célula madre puede generar todas las células del feto.
Estas no son todos los tipos de células madre que hay, pero hacer referencia el resto de las células aquí implicaría extendernos demasiado y tener que utilizar un lenguaje más especifico, lo cual excedería los objetivos que se han propuesto para este artículo.
El cerebro humano adulto no puede repararse a sí mismo ya que no tiene células madre que le permitan la regeneración neuronal.
Se ha estudiado que el hipocampo puede llegar a albergar células para regenerar en células neuronales para generar una neurogénesis y poder tratar problemas cerebrales.
Se estudió en animales este problema neuronal con resultados óptimos, pero siempre en el humano es todo cien veces mas difícil, si se hicieron estudios en pacientes ya fallecidos con una técnica que consiste en colocar un marcador, que sirve para poder ver si luego de la división celular se encuentran células nuevas, y fue fructífero ya que efectivamente se encontraron nuevas. Esto podría perfectamente demostrar la realidad de un proceso de neurogénesis en pacientes adultos.
Es increíble lo mucho que se podría llegar a hacer y lo maravilloso que se ha hecho, solo falta que todo el mundo abra los ojos de una vez y se de cuenta las vidas que se pueden salvar.
Así que volviendo a la pregunta principal que da el título, mi respuesta sería: “PARA TODO Y PARA TODOS”.

CIENCIAS: SUSTENTO DEL PODER ECONÓMICO


ÉPOCA CONTEMPORÁNEA

En la relación saber-poder, existen múltiples elementos que emergen para el análisis, en este breve ensayo se intentará mostrar el aspecto instrumental, por consiguiente el valor de la ciencia como medio para sustentar el poder.
Realicemos una breve síntesis histórica del devenir científico hasta los inicios del siglo veinte, para poder apreciar de qué manera se ha modificado el valor instrumental de las ciencias pasando de ser sustento del poder político al económico.
Las ciencias indudablemente han acompañado la evolución de la humanidad y los encargados de llevar el poder político han utilizado los progresos científicos a favor de sus políticas. Siguiendo a Michel Foucault: el poder es un componente esencial y la verdad siempre es una producción que emerge de los reglamentos del poder que cada sociedad instituye. Por tanto, cada sociedad va a producir, un tipo, un régimen un discurso que hace funcionar a la verdad como un mecanismo más de las instancias que el poder agencia en lo social. Dicho poder va a institucionalizar técnicas, procedimientos y metodologías cuya calificación va a valorar la producción y la obtención de la verdad.[1]
En la época medieval, el poder se basaba en el dogma religioso, en la verdad revelada, la física aristotélica era el sustento científico para detentar dicho poder, quienes a partir de sus descubrimientos científicos se revelaron, fueron los físicos matemáticos Kepler, Copérnico, G. Bruno, G. Galilei. “Y lo hicieron desde prácticas y discursos marginales respecto de las verdades oficiales”[2], hasta que fueron aceptadas y oficializadas, convirtiéndose en ideología.
A partir del Renacimiento, el sujeto y sus producciones racionales, son el centro del poder, la razón toma un lugar preponderante, y se convierte en centro del universo dejando de lado el teocentrismo. Esto produce un efecto científico sin precedentes, el hombre comienza a investigar y a recrear el universo, deviene además el sistema económico social que sustenta la incipiente clase burguesa, comienza así el capitalismo. Se modifican las clases sociales y son los que poseen el dominio político los que detentan el poder. De esta manera las ciencias se ven sometidas a sus propósitos. La física matemática newtoniana es el sustento, el modelo es ordenar el caos, la incertidumbre, extraer leyes científicas deterministas, universales e inamovibles.
Esta realidad a partir de mediados del siglo veinte cambia, se transforma, los descubrimientos realizados conmocionan el universo científico y por ende todo debe reorganizarse, reubicarse. Nos referimos fundamentalmente al descubrimiento de la fisión del átomo, de la informática y de la biotecnología (ingeniería genética); éstos desestructuran la razón humana o a la “racionalización del ser humano” afirmaría Edgar Morín, definiendo la racionalización como aquello que pretende encerrar la realidad dentro de un sistema coherente, y lo que no se ajuste a este sistema debe ser descartado, puesto al margen, hasta olvidarlo o mirarlo como si fuera apariencia, ilusión.[3]
Comienza una nueva etapa a nivel científico, hay un cambio en la actividad científica, en la misma estructura de lo que hacen los científicos donde ya no se trata sólo de investigar, hay que generar desarrollos tecnológicos que deriven en innovaciones que se pongan en práctica en el mercado, en la empresa, en la sociedad. Socialmente comienza la época del consumo, el poder se traslada al mercado, que todo lo puede y todo lo domina. [4]
Deviene una nueva apreciación de las diversas prácticas que conocemos como ciencia y tecnología. Las prácticas han logrado salir de los laboratorios y de las industrias y son ahora percibidas como elementos inseparables y determinantes de las sociedades no solo por sus resultados materiales (productos) sino que son sustento de determinadas configuraciones ideológicas. La autoridad científica legitima de esta manera los discursos de las ideologías que subyacen a las prácticas, entramos entonces en la una nueva relación saber-poder. La que detenta las fuerzas del mercado (institución perfecta), donde lo que prevalece es la concepción neoliberal, que abarca un conjunto de posiciones teóricas, ideológicas, éticas y culturales. Es imprescindible mostrar sobre qué nuevas bases, las ciencias funcionarán como sustento:
“Para el neoliberalismo el mercado debe ser librado de toda traba, pudiendo funcionar con total libertad. Sólo así será posible una economía libre, en el marco de la competencia, de la eficiencia y de la productividad el mercado es resultado de la evolución y, a la vez, impulsa el proceso evolutivo hacia nuevas etapas en el desarrollo de la humanidad”[5].
Además, Hayek [6] plantea sobre el conocimiento, que éste posee un carácter fragmentario, ya que no puede existir ningún actor social o institución que pueda concentrar la totalidad de la información y el marco del conocimiento se determina bajo el dominio de una racionalidad instrumental, esto derivará en los valores éticos, ya que solo poseerá valor aquello que sea eficiente, traducido a la lógica del mercado: a lo que se consuma, a lo que de ganancias. Por lo tanto solo se concibe una racionalidad de acuerdo a los fines, no una racionalidad con arreglo a valores. Tesis que explica la concepción de la neutralidad axiológica en la ciencia. [7]
Es interesante transcribir las críticas que plantea Edgar Morín con respecto a la fragmentación del saber y que a su vez deslinda la responsabilidad de los hombres que trabajan para la ciencia: “los poderes creados por la actividad científica escapan totalmente a los propios científicos. Este poder, fragmentado en el nivel de la investigación, está concentrado en el nivel de los poderes económicos y políticos, de alguna manera los científicos producen un poder sobre el cual no tiene poder”[8]
La fragmentación del saber, la desconexión de las disciplinas, el no tener comunicación, en definitiva la superespecialización, tiene por un lado ventajas ya que se profundiza un determinado tipo de conocimiento, provocando mayor precisión. Pero tiene desventajas, que podrían ser más importantes ya que acarrean la parcialización de la responsabilidad de los ejecutores (cada uno realiza una parte del todo), no se conoce todo el proceso de elaboración, y produce además ignorancia ya que se limita a desarrollar un área específica, de esta manera parcializamos la realidad. El sistema de control que sería el encargado de unir cada una de las partes, no permite la reflexión, el cuestionamiento sobre lo que se produce. El poder se torna invisible, no sabemos quién es el que une todo.[9]
Ahora bien, ¿de qué manera se puede salir de esta situación? No parece tarea fácil, si hemos llegado a un punto, donde el poder se ha tornado invisible, donde “el mercado” sería el responsable…
Podría pensarse que la ciencia y su funcionamiento serían parte de la lógica capitalista o como un sistema que se transformó en capitalista. Por ejemplo la forma del trabajo del científico es alienado ya que su producto es ajeno a él, pertenece a los que poseen el poder. De ahí se sigue que hay una ausencia de poder sobre lo que los científicos o la comunidad científica crea, inventa.
También en la falta de control se asemeja a la lógica capitalista, a la lógica del mercado.
En otro lugar que se ve el abuso sobre los medios naturales y la experimentación desmedida que toma los recursos naturales y no los distribuye equitativamente.
De todas formas, a nivel discursivo se plantean las dificultades y se enuncian los rasgos negativos, pero de ahí a la práctica, existe una gran brecha a colmar.
Ya Einstein planteaba, cuestionaba la responsabilidad del científico frente a los productos de su actividad, ya que por un lado, dichos productos beneficiaron a la humanidad (cuando por ejemplo alivian el esfuerzo muscular), y por ese tipo de descubrimientos los hombres de ciencia sienten orgullo; pero también existen productos que amenazan la especie humana al “caer en manos del poder político moralmente ciegos”.[10] Einstein era consciente del poder que sustentaban los científicos, el poder económico y político, que no siempre es afín al beneficio de la humanidad. Apela a que los hombres de ciencia no se enceguezcan, no se esclavicen al poder de los pocos que dominan a las grandes masas populares. Reclama dignidad a los científicos frente a sus tareas y que puedan actuar de manera consciente y responsable, enfrentando así a los dominadores, no debiendo entregarse al trabajo puramente intelectual, ya que este tiene consecuencias prácticas que no siempre son con arreglo al bien de todos los hombres.[11]
Más cercano en el tiempo, existen hombres de ciencia que intentan enfrentar el poder invisible de la inversión financiera, que utilizan las ciencias como herramienta de producción de riquezas; financiando solo aquellos proyectos que les den grandes utilidades.
En la entrevista al epistemólogo Steve Fuller, se develan lugares específicos que están trabajando para elaborar políticas, reflexiones y recomendaciones sobre la manera de modificar la situación actual de la ciencia y que ésta logre funcionar más adecuadamente en la sociedad. Son específicamente los STS (Science and Technology Studies) que conforman un campo interdisciplinario entre la historia de la filosofía, la sociología de la ciencia y la tecnología (se han integrado otras áreas), donde se están formando investigadores con el fin planteado. Los iniciadores de los STS eran críticos sobre la forma en que la ciencia y la tecnología eran practicadas en la sociedad. La propuesta metodológica es a partir del conocimiento de la historia del campo científico ya que desde allí se pueden implementar medidas para modificar la situación a la que se ha llegado. Ya que la idea fundamental que se necesita recuperar para la rehabilitación de la ciencia surgió en el siglo XIX, y dice que “la ciencia es el proyecto por el cual la humanidad como un todo se vuelve consciente de sí misma”[12], por lo tanto la ciencia como el Bien de la humanidad para el beneficio de todos, si es consciente de sí misma lo que cambiaría es la pertenencia a la humanidad y no sería ya externo a ella.
Breve reflexión sobre la importancia de la comunicación en la ciencia:[13]
En la ciencia existe una ausencia de comunicación, existe solamente silencio. Y nos enfrentamos al secreto, al misterio; cuando no se plantea la voluntad de mostrar los nuevos conocimientos y descubrimientos. Por lo tanto, cuando hablamos de los silencios y de la ciencia (en plural), hacemos referencia a este tipo de silencio. Y no sólo nos referiremos a un silencio aparentemente inocente (relacionado con la necesidad de meditación intelectual), sino a dos silencios mucho más culpables.
La ciencia calla cuando los científicos se encierran en su laboratorio, centro de investigación o universidad y no quieren, ignoran o no son conscientes de la obligación de transmitir la información que manejan entre ellos y con los ciudadanos. La ciencia guarda silencio cuando los experimentos y sus prácticas tecnológicas están, ya sea explícita o implícitamente al servicio de los fines bélicos. Y la ciencia guarda silencio cuando las investigaciones científicas están vinculadas al servicio del mercado, su fin insoslayable: el de beneficiar un poder que es invisible, económico y multinacional.
Existen razones fundamentales e ineludibles por las que la ciencia tiene la obligación de comunicar de informar sobre sus hallazgos: en primer lugar, porque la ciencia pone en manos de la humanidad unos medios sin precedentes para salvar, prolongar y mejorar nuestras vidas. También porque la ciencia pone en manos de la humanidad unos medios sin precedentes para destruir estas vidas que se quieren salvar. Y finalmente, porque la ciencia pone también en manos de la humanidad unos medios igualmente sin precedentes para conocernos a nosotros mismos y al universo que nos rodea.
¿Se puede esperar que alguien sea capaz de apreciar el profundo entramado que permanece bajo el espíritu de una época determinada, sin entender la ciencia que lo sustenta? Sin lugar a dudas que no.
La comunicación irrumpe el silencio, la comunicación comprometida podría llevar a la acción para cambiar el estado de las cosas tal cual están planteadas.
[1] COMPARAR: J.A. Nicolás y M.J. Frápolli (editores) “Teorías de la verdad del siglo XX”, ed. Tecnos. s/d.
[2] VER: Díaz, Ester. “¿Qué es la posciencia?”
[3] VER: Morín, Edgar. “Razón, racionalidad, racionalización”.
[4] VER: Echeverría, Javier. “La revolución tecno científica”. Conferencia pronunciada en el Tecnológico Monterrey el 31 de marzo del 2004.
[5] COMPARAR: Rebellato, José Luis. “La encrucijada de la ética”. Cap.I 2008.
[6] Uno de los teóricos más importantes del neoliberalismo.
[7] VER: Rebellato, José Luis. “La encrucijada de la ética”. Cap.3 2008.
[8] COMPARAR: Morín, Edgar. “Conocimiento Científico”
[9] VER: Morín, Edgar. “Conocimiento Científico”
[10] COMPARAR: Einstein, Albert. “La responsabilidad moral del científico”
[11] VER: Einstein, Albert. “La responsabilidad moral del científico”
[12] VER: Fuller, Steve. “La conciencia de la ciencia”.
[13] VER: Esta reflexión fue inspirada en el artículo del Dr. Santiago Ramentol, “Cuando la ciencia guarda silencio” México 2009. Compaginé algunos fragmentos que me parecieron sintetizar, unir y de alguna manera dar luz a lo que en el ensayo se presentó.