martes, 14 de junio de 2011

José Gervasio, alías el Prócer

El 19 de junio de 1764, nace el que se conocería como José Gervasio Artigas, en un lugar incierto ya que es de plena discusión si el niño nació canario o montevideano, pero la cosa es que haya sido en el Villa Sauce o en Paso de la Arena lo bautizan en la catedral de Montevideo y queda registrado en el folio 209, sus progenitores Francisca Antonia Arnal y Martín José Artigas. Siendo el ilustre apellido del niño uno de los primeros en poblar estas tierras.
En su niñez concurre al colegio Franciscano, donde aprende a leer y escribir, a sumar y restar y no mucho ms, ya que la educación de aquella época en las colonias era bastante mediocre. Su intelectualidad la sacara quien sabe de dónde, de seguro de forma autodidacta mientras recorrer los largos campos de la patria.
Ya nomás le crecen los primeros bigotes, siendo un mocito su familia lo manda a trabajar al campo, a realizar faenas de campo, lo que dejaría un poco a la vista que la educación formal no era del interés de la familia Artigas. En esas tierras de nadie donde la justicia Montevideana tenía poco que ver o responder por el gauchaje salvaje, el joven Gervasio comienza relacionarse con cuatreros, contrabandistas portugueses, aborígenes y negros escapados.
En 1797, alrededor del 10 de Marzo, Artigas se une al cuerpo de Blandengues, fuerza militar que se dedicaba a funciones que hoy se considerarían policiacas y de vigilancia. Su carrera se vio agraciada de sucesivos asensos, no sabemos si por méritos o por amiguismos pero para el 10 de Marzo de 1801 asume el cargo de Capitán de una compañía veterana de Blandengues de la Frontera.
Es recorriendo la frontera y los pobres parajes de la Banda Oriental donde conoce la paupérrima realidad popular de la gente del campo. En este proceso de reconocimiento y auto conocimiento Artigas convivio con Félix Azara (desempeño funciones oficiales como encargado de límites en la frontera con Portugal donde conoció a Gervasio) naturalista español que con seguridad con sus grandes y variados conocimientos influencio en el carácter de Gervasio y en las decisiones que tomaría en un futuro cercano.
El capitán José G. Artigas, pese a lo que se puede decir en algunos libros, contaba con el respeto y la confianza del gobierno colono, su actividad al servicio de la corona fue intachable.
De misma forma era respetado y admirado en el campo, y en los pueblos alejados de la ciudad, ya que se dice que era justo y tolerante, además que no hacia distinción entre aborígenes y gauchos, estancieros o peones. No menciono a los africanos que eran esclavos porque es conocido que Artigas mantuvo a Ansinas hasta el día de su muerte, no existe registro que su sirviente fuese liberado en algún momento, y por lealtad y no por obligación haya acompañado a Gervasio en todo momento.
El 3 de Febrero de 1807, cuando los Ingleses invaden Montevideo, Artigas organizo en el campo fuerzas de contingencia que pudiesen detener el avance de los casacas rojas.
300 hombres conformados por peones y paisanos que acudieron al llamado de Artigas listo para ponerse a sus órdenes es como estaba conformado lo que sería el primer ejercito oriental. Pero pese a que ya estaban en camino a la batalla, no fue necesario entrar en lucha, los Ingleses evacuaron el Rio de la Plata (una acción más que dudosa y poco creíble hoy en día). Y el señorío colonial de España para su desgracia siguió tan torpe y poco eficiente como de costumbre.
Con su ejército reunido Artigas entendió la fuerza que podía movilizar y los recursos con los que contaba para comenzar los cambios que su mente le exigía. Solo hacía falta una señal para que todo comenzara.
En Europa Napoleón Bonaparte hacía temblar la tierra y proclamaba que las tierras de América eran libres, Artigas volvía a llamar a todos los que acudieron para pelear en contra de los ingleses, solo que al decirles que era contra los Españoles fueron más los que acudieron.