sábado, 26 de febrero de 2011

CULTURALIA_ año UNO número Dos

Llegó Febrero, con él el carnaval,la fiesta de EIemanja y las noches en las que refresca, los exámenes atreasados y la hora de realizar todo tipo detrámites engorrosos para comenzar el año.
En este numero les presentamos a dos compañeros nuevos, que nos han dejado parte de su enorme cantidad de trabajo que iremos publicanado con el correr de los meses, las segundas entregas de dos exuisitos trabajos, la historia de la murga y su lucha en tiempos nefastos y tres informes variados que espero disfruten.
Como verán este ejemplar a crecido cuatro páginas, eso es gracias a todos lo samigos que se has suscritpo a nuestra revista que a su vez permitirán que en marzo aumentemos al doble el número de ejemplares.


En esta publicación:

¿Que es una murga mamá?: La fiesta popular del carnaval, que abarca oficialmente el mes de febrero y algunos días de marzo, forma parte de nuestra tradición y costumbre desde hace ya unos cuantos años. Su forma más representativa, la murga, tiene sus orígenes en las murgas de Cadiz, en los inmigrantes españoles que colmaron estas tierras a comienzo del siglo XX. Durante el primer gobierno de Claudio Williman y relacionado con las zarzuelas españolas que venían asiduamente a Uruguay se da origen a dicho género musical(...)
En esos ojos Emiliano Vivie:¿Quién es ese hombre? ¿Por qué se oculta detrás de una mascara? ¿Veré un hombre o esa imagen encanta mi visión para que no pueda descubrir que hay detrás de esas formas?
¿Por qué a pesar de ese aspecto bélico me detengo en su mirada, por que esos ojos cansados me enamoran? ¿Acaso las sombras me juegan una mala pasada y ese soldado encapuchado esta pidiendo mas la paz que una guerra? (...)
Estado, Implicación y Reconocimiento.
SEGUNDA PARTE:Mi nombre es Ernesto Alves. Además de ser payaso en hospital en el programa Jarabe de Risas en el Hospital Maciel de la Ciudad Vieja de Montevideo, soy estudiante de filosofía y profesor de filosofía en educación secundaria. En esta comunicación quisiera hablarles de algunas conexiones de sentido entre la filosofía y el clown, encontradas en la búsqueda de intersecciones entre los dos campos(...)
Las Cuatro Esquinas:No se como ocurrió, pero de un momento a otro me encontré cruzando el centro de un pueblo de verano. Las gentes, algunas en los bancos, vestidas de oficina con calor de mediodía, otras descansando del sol en la plaza, sentados en fuentes sin agua y al borde de los canteros. La plaza es despojada pero con bastante sombra y buen olor, suficientes razones para quedarse escuchando las conversaciones de un señor viejo con musculosa y dos jóvenes mormones. (...)
QUÉ HARÍAS:Que harías si una sonrisa transformara una bala/ En una flor?/ Si con tu voz callaras las guerras,/ Para siempre./ Si con un chasquido de tus dedos,
Se acabara el hambre en el mundo. (...)
UNA VELA Y UN CLAVEL PARA IEMANJÁ (...)
Feyerabend: una breve aproximación al anarquismo eepistemológico.Segunda Parte:La ciencia como una empresa “esencialmente anarquista”.
Dice Feyerabend en la introducción de su Tratado contra el método: “La ciencia es una empresa esencialmente anarquista; el anarquismo teórico es más humanitario y más adecuado para estimular el progreso que sus alternativas basadas en la ley y el orden” . En este enunciado está contenida la tesis principal de su propuesta, por lo cual convendrá analizarlo con mayor detalle (...)
Murga en tiempos Oscuros:El gobierno de facto avivó ingenios durante la década de los 80 para que los murguistas intercalaran en sus cantos letras que le recordaran al público que aun era posible luchar contra la represión. En este contexto socio-político surge, como manifestación cultural dentro del carnaval uruguayo, la murga Falta y Resto(...)
Candombe Nacionalidad Oriental

¿Qué es una murga, Mamá?

por Micaela Fraga

La fiesta popular del carnaval, que abarca oficialmente el mes de febrero y algunos días de marzo, forma parte de nuestra tradición y costumbre desde hace ya unos cuantos años. Su forma más representativa, la murga, tiene sus orígenes en las murgas de Cadiz, en los inmigrantes españoles que colmaron estas tierras a comienzo del siglo XX. Durante el primer gobierno de Claudio Williman y relacionado con las zarzuelas españolas que venían asiduamente a Uruguay se da origen a dicho género musical.
Para comenzar a estudiar este género debemos remitirnos a su acepción. Según el diccionario de la Real Academia Española, la murga es “compañía de músicos malos, que en Pascuas, cumpleaños, etc., toca a las puertas de las casas acomodadas, con la esperanza de recibir algún obsequio”.
El vocablo proviene de musga, una forma semipopular de la palabra música. En nuestro país, el término murga ha adquirido una acepción diferente a la presentada por la RAE: refiere a un tipo específico de conjuntos artísticos que realizan representaciones durante los meses de carnaval. Forman parte de nuestra cultura popular y son reconocidos por el público por ciertos rasgos específicos, a saber: canto, movimiento escénico, vestimenta, maquillaje, etc.
¿Sería posible considerar a las letras de murga como literatura? Muchos consideran que aún no es posible hablar de literatura en los textos de murga, ya que su tradición de carácter oral y perecedera, no conforma aún, un corpus suficientemente representativo. Creemos que esta justificación es incorrecta y fácilmente reprobable ya que hoy en día, las publicaciones y grabaciones comerciales de los conjuntos de carnaval han logrado una vigencia extraordinaria. Asimismo se cuenta en la Biblioteca Nacional, en AGADU (Asociación General de Autores del Uruguay) y en la Intendencia Municipal con un conjunto muy significativo de documentos. A su vez, si nos guiáramos por esa justificación no podríamos considerar literatura, por ejemplo, a los romances españoles que fueron recogidos por Menéndez Pidal, o al Popol Vuh trascripto por Fray Francisco Ximénez.
Profundizando en dicha discusión citaremos algunas palabras de Hugo Achugar tomadas de la charla organizada por APLU, titulada Repensar la literatura. ¿Cuándo, cómo, dónde y quién? En ella, plantea que la literatura no es una categoría eterna, ni intemporal y que además es constituida por los seres humanos. Durante mucho tiempo el estudio de la misma no planteó demasiados problemas ya que “la literatura era una práctica simbólica vinculada a la palabra”. Esta concepción se modifica de manera más radical cuando se considera que la literatura forma parte de los aparatos ideológicos del Estado. Ello implicó que la práctica literaria fuera considerada como mecanismo y operación del poder, dominación y resistencia. También, resalta Achugar, otra dirección que fue tomada por Carlos Rincón, quien la denominó “el cambio de noción de literatura”.
Todas estas ideas abrieron una brecha para que en la década de los 70, Roberto Fernández Retamar hablara de la Teoría hispanoamericana de la literatura, generando una distancia con el planteo universalista que proponía una única teoría literaria válida. Y a pesar de que el proyecto fracasó, en las últimas décadas se aprecian fuertes cuestionamientos a la teoría literaria tradicional y hegemónica.
Es imposible no cuestionarse qué es, entonces, literatura. Según resume muy correctamente Achugar “Literatura es aquello que una comunidad acepta denominar literatura. Pero la tautología no es siempre recomendable y me corrijo: literatura es aquello que un determinado grupo tiene el poder para decidir que es literatura. Por lo mismo, no es universal. Por lo mismo depende de las relaciones de poder”.
Luego de esta esclarecedora definición de literatura, Achugar manifiesta una interesante propuesta: “Quizás debamos estudiar las letras de las murgas, ¿acaso dentro de tres siglos no cabe la posibilidad de que sean estudiadas por nuestros alumnos de secundaria en una antología que algún erudito local titule Flor nueva de murgas viejas?”
La propuesta es llamativa, más aún cuando vemos crecer dentro de las murgas la intención del uso de ciertos tropos verbales y giros poético que demuestran una clara preocupación estética.
También es importante que las letras de murga se definan por su contenido temático, es decir, por su referencia al contexto político-social. Esto hace que murgas como Falta y Resto hayan revolucionado el ámbito carnavalero en época de represión militar.
¿Qué sucede con esa parte del repertorio que no escapa a la contingencia temporal? Más precisamente nos podemos referir a un popurrí o un cuplé. En esta parte del espectáculo el letrista se desplaza hacia el contenido temático (que por lo general es de actualidad) y la construcción literaria se hace más libre. Se utiliza un léxico coloquial y las referencias metafóricas son más directas e inmediatas. Aquí ¿hablamos también de literatura? Podríamos establecer un paralelo con lo que sucede con el artículo periodístico y el ensayo. Durante años la murga ha quedado en la memoria del pueblo a través de la trasmisión oral de grandes presentaciones y despedidas, sin embargo los cuplé (salvo excepciones: Murga La, El colchón, Las chusmetas, a modo de ejemplo) pasan año tras año sin dejar huellas. El cuplé, al ajustarse a hechos particulares que se suceden en el correr del año quedan atados a lo transitorio; sin embargo, presentaciones y despedidas, impregnadas de un alto vuelo poético, adquieren una dimensión universal y atemporal. Lo mismo sucede con el ensayo que por su valor de prosa artística se mantiene en el tiempo, no así el artículo periodístico que se encuentra sujeto al día para convertirse en obsoleto una vez terminado el mismo.

En esos ojos Emiliano Vive


¿Quién es ese hombre? ¿Por qué se oculta detrás de una mascara? ¿Veré un hombre o esa imagen encanta mi visión para que no pueda descubrir que hay detrás de esas formas?
¿Por qué a pesar de ese aspecto bélico me detengo en su mirada, por que esos ojos cansados me enamoran? ¿Acaso las sombras me juegan una mala pasada y ese soldado encapuchado esta pidiendo mas la paz que una guerra?
Angustia mezclada con esperanza, mirada tierna, postura rígida, semblante de líder nato que admite ser seguido sobre las más incandescentes brasas o contra la artillería más pesada. Esos ojos no me ocultan nada, veo verdad a pesar de no escuchar las palabras que de seguro le dice a la multitud que en éxodo camina detrás de la cámara. No puedo verlos, pero se que están ahí, de seguro si fijo mi vista en el reflejo de sus ojos pondré verlos. Mujeres y niños cargando con fardos de ropa y comida junto con alguna animal de corral a rastras, los hombres controlando la caravana y aporreando alguna mula rezagada. No puedo verlos pues el lente no los ha registrado, pero en la imagen vibran esas anónimas presencias.
Detrás de la tela negra se oculta un hombre, o no, tal vez son cientos o miles de miles que se muestran como espectros inmortales detrás de una imagen que a esta altura es un icono sagrado de levantamiento armado. Icono que cambia, yo lo he visto, y comparo su forma con las otras que recuerdo, ya son mas de veinte Marcos los que han sido inmortalizados como este que hoy contemplo, gordos, flacos, altos y bajos, jóvenes o ancianos. Con sus mascaras, su collar de tela con nudos, recuerdo de viejas alianzas, y una pipa que nunca descansa y se empeña en decorar cada cuadro con su humo respetuoso. A todos ellos los veo en esta imagen, donde unos ojos ancestrales renacen de juventud para vigilar los alrededores.
Veo a Marcos, veo al pueblo aborigen, veo lucha, contienda eterna por lo que es de uno por el simple hecho de estar vivo. Siento la sublevación en el alma de esta fotografía. Siento la libertad y su contraste, el enemigo opresor, al devorador de tierras ajenas, al que habla en otro idioma y al que parlotea en el mismo exigiendo lo que no le pertenece y como forma de pago ofrece una fosa común para todo aquellos que no quieran regalar su herencia por unas monedas de palta.
Detrás de se aspecto de guerrero helénico veo un hombre hermoso, un ser que no tiene miedo a perderlo todo, porque nada tiene que perder que ya no le hayan arrebatado, solo le quedan sus sueños y esperanzas, y esas son inmortales.
Su imagen me narra que la carne se pudre en el desierto pero aun así él sigue vivo porque no es un hombre sino una idea. Me dice que carne que la recubra sobra, hay mil para ocupar el lugar del Marcos que caiga y mil más por cada uno de los que caiga después. Y se acabaran primero las balas antes que las capuchas o pasa montañas, se atascaran los gatillos antes de que se apague la pipa que como un faro guía a los revolucionarios por la selva hasta su sub comandante.
En esos ojos veo el consuelo para las lágrimas de las madres desesperadas, la llave que libera a los campesinos esclavizados, la lumbre que acompaña al descanso a los muertos por el racismo de sus hermanos.
Porque esos ojos son el ideal y esa ideal con forma que parece respirar a través de la inmovilidad inmortalizada, es Chiapa, tierra ultrajada, son los niños acribillados por mercenarios, es la vergüenza de un México que no los respalda, donde la política hace oídos sordos y el pueblo hace de idiota prefiriendo ver la telenovela de la tarde. Es la venganza y la insurrección de una antigua patria.
Esa imagen es el valor, la dignidad de una raza que no se cansa y grita basta.
Esa imagen es revolución, es el fantasma vestido de charro que viene a buscar venganza. Es el canto popular que narra: “Arroyito revoltoso / Que te dijo aquel clavel / Dice que no ha muerto el jefe / Que Zapata ha de volver.
Esa imagen no solo es Marco, sino el inmortal Don Emiliano Zapata.

Nota extra:
Gabriel García Márquez entrevista al subcomandante Marcos

Las Cuatro Esquinas


LAS CUATRO ESQUINAS.

No se como ocurrió, pero de un momento a otro me encontré cruzando el centro de un pueblo de verano. Las gentes, algunas en los bancos, vestidas de oficina con calor de mediodía, otras descansando del sol en la plaza, sentados en fuentes sin agua y al borde de los canteros. La plaza es despojada pero con bastante sombra y buen olor, suficientes razones para quedarse escuchando las conversaciones de un señor viejo con musculosa y dos jóvenes mormones. Empiezo a interesarme mas por los alrededores de la plaza, en una de las esquinas hay dos niñas muy delgadas y con volados en sus polleras, una de ellas me recuerda a un personaje animado, hago fuerza para que me parezcan simpáticas, pero una de ellas lleva un helado en sus manos, no convida y su color es demasiado rosado, tanto que me provoca malestar. Ese color no me deja pensar claramente y hace que el calor me moleste. Un calor interno, casi doloroso. Mi vestido es largo, de invierno, cuando me doy cuenta de esto, comienzo a explorarlo, es viejo y desearía que fuera vestido de abuela. Levanto mi brazo y miro la manga larga, está llena de pelotillas, hoy no me molestan. Comienzan a moverse y escapan del vestido que no me deja ver los pies, los imagino quemados por el sol y con las marcas de las sandalias de cinta negra. No me distrae pensar en esto y mientras figuro esos pies en mi mente las pelotillas escapan y se van transformando en formas, casi imperceptibles, todas formas mías. Una de mis formas ve a mi cuerpo moverse por la ciudad, pesado, casi deslizándose. A cada paso, crece del vestido una cola, que se mueve como un animal prehistórico, y vuelan moscas como despedidas continuamente por catapultas diminutas. En otra esquina hay una niña mirando todo desde su ventana, señalando la luna opacada por el día y ladrando como una loca, nadie la mira, sólo una señora que desde el interior de la casa oscura trata de tranquilizarla, la tira del brazo pero ella no responde a sus pedidos, no tiene por que hacerlo. Cuando llego a la próxima esquina salta un gato amarillo, de cara gorda y ojos grandes, se acuesta sobre la cola del vestido y mira a mis formas, sonríe levemente, como si supiera que soy yo, mi otra forma la que lo conoce muy bien y le susurra al oído palabras dulces y tranquilas, que lo hacen por momentos suspirar y cerrar sus ojos. Tú te dejas llevar, pero tú piensas otra cosa, le susurro sin saber por qué. Llego a la última esquina, ya pude recorrer las cuatro esquinas de la plaza, llegamos a la iglesia, pronuncio estas palabras sin conocer las personas a las que están dirigidas. La iglesia tiene colores muy particulares, en tonos de marrón y amarillo, puedo ver a través de sus azulejos, veo nombres escritos de muchas personas y familias, todos los que existieron en el momento de su construcción y pudieron donar esas piezas para su fachada. Me dan ganas de entrar conocer su interior, pero no me animo, me da miedo conocer su verdad, el malestar que se siente al ver flores de papel, olor a rosarios de rosas apilados en un rincón, canastas sin pan y cartas desgraciadas bajo la virgen despintada. Empieza a llover y me olvido de la iglesia, miro alrededor, todos buscando refugio y yo, contenta de la lluvia en verano.

Qué Harias

QUE HARIAS

Que harías si una sonrisa transformara una bala
En una flor?

Si con tu voz callaras las guerras,
Para siempre.

Si con un chasquido de tus dedos,
Se acabara el hambre en el mundo.

Si con un susurro se acabaran las muertes inexplicables.

Si con solo pensarlo,
La injusticia se fuera de viaje lejos,
Muy lejos de nuestra galaxia.

Que harías para alcanzar el cielo con tus manos?

Y si pudiera secar las lágrimas de todos los niños tristes del mundo,
Con tan solo un soplido.

Que harías si con tu mirada pudieses jugar con el tiempo,
Como si fuese un barquito de papel en medio de un remolino infinito.

Pensaste alguna vez todo lo que podrías llegar a hacer,
Si pudieses hacerlo?

Una Vela y un Clavel para Iemanja

En construcción.

Murga en Tiempos Oscuros

Una murga en Dictadura por Micaela Fraga
El gobierno de facto avivó ingenios durante la década de los 80 para que los murguistas intercalaran en sus cantos letras que le recordaran al público que aun era posible luchar contra la represión. En este contexto socio-político surge, como manifestación cultural dentro del carnaval uruguayo, la murga Falta y Resto. Sus orígenes datan de 1980, año en el que, como resaltamos anteriormente, se impone el “NO” al proyecto de reforma constitucional, impulsado por los militares. Cuenta Hugo “Piruja” Brocos, en su libro Falta y Resto. La murga rebelde, como era la situación en aquellos tiempos, justificando así la necesidad del nacimiento de la murga: “Los soldados armados de guerra patrullaban las calles desafiantes y provocadores. Todo civil era considerado un enemigo. (…) en el plano del arte y la cultura la bestialización acompañó fielmente al sistema impuesto. El teatro El Galpón fue clausurado y el elenco debió exiliarse para escapar de las garras del opresor, decenas de carnavaleros y conjuntos fueron proscriptos. Viglietti, Zitarrosa, Los Olimareños, El Sabalero y otros tantos valores de nuestro canto tuvieron que emigrar y la difusión de sus canciones fue prohibidas por el despotismo”.
En los inicios, Falta y Resto tomó músicas[1] , casi todas de letras originales prohibidas, con intenciones provocativas contra el gobierno militar. En 1982 la “murga de las cuatro estaciones” es considerada “comunista” y la censura no tarda en llegar. Esto dice Raúl Castro, director responsable, letrista e integrante de la murga al respecto: “La censura ataca y prohíbe casi todo el repertorio. Idas y venidas, interrogatorios coercitivos y al final, salimos leyendo la nueva letra recompuesta en 24 horas. El éxito es mayor de lo previsto. La gente es cómplice de la transgresión y festeja. Cada actuación es referencia política y cultural”[2] .
La censura se efectivizaba en el seno de la Comisión de Actos y Festejos, donde debían remitirse las letras que se cantaban en carnaval. Las mismas debían ir acompañadas de fotos de todos los integrantes, número de cédula, credencial cívica, nombre completo, función que cada uno desempeñaba en la murga, domicilio, profesión y fecha de nacimiento. También debía enviarse una foto de los personajes si se disfrazaban de mujer. A esto se le debía agregar un original y ocho copias, de las cuales una se enviaba al Ministerio del Interior, otra al Ministerio de Defensa, otra al Consejo del Niño y las restantes a los defensores de la censura.
En ese mismo año, 1982, la despedida hacía una clara alusión a la paz y a la libertad a través del reconocido símbolo de la paloma que, ante la situación del país, adquiría un importante grado de efectividad y rebeldía. La misma fue censurada y se convirtió en icono del canto de la resistencia. Transcribimos un fragmento de Mano paloma, cuyo autor es el director escénico, Julio Julián:

“Es una niña paloma su mano
Batiendo alas quebrando el silencio
Llegando hasta el cielo de este escenario
La mascarada le envuelve la brisa
Le siembra en migas de pan en canciones
Sus voces transforman grotesca la risa.
Y se transforma en un cálido viento
El aleteo de muchas palomas
Felices de si han conseguido alimento “

En 1983 se redobla la apuesta y la murga realiza el famosos cuplé Murga La. El mismo trata de una murga que no canta, que no tiene vestuario, ni maquillaje, ni letrista, ni director; en fin, no tiene nada de lo que debe tener una murga. De todas formas, está murga aparentemente inexistente le brindaba al público la posibilidad de imaginarse como era:

“era un lujo escuchar
aquella murga callada
único caso en la historia
ninguno desafinaba
tuvo gran aceptación
porque todita la audiencia
se imaginaba la murga
de acuerdo con su conciencia”

A su vez se hacía una clara alusión a la censura que realizaba el gobierno militar al decir:
“Pero como siempre pasa
los celos aparecieron
calumniando a nuestra murga
con argumento fuleros
al principio no pudieron
no tenían de donde agarrar
si la murga no era nada
que iban a criticar”

En relación a esto, escribe Raúl Castro en Falta y Resto. “25 Carnavales”, lo siguiente: “Se acerca la libertad y la murga se burla de la censura, que no se da cuenta del engaño que la ridiculiza. Hasta llega a felicitar, antes de ver la puesta, al autor del cuplé de la murga que no existe. Ironías de la necedad.”
Ya para el año 1985, con el retorno a la democracia, La Falta se permitió la realización de ataques más frontales contra el régimen de facto. Así cantaron un cuplé que retomaba aquella murga denominada Murga La, con una crítica satírica y mordaz sobre el régimen dictatorial y finalizaban con una despedida muy emotiva dedicada a la maestra desaparecida Elena Quinteros.
El cuplé referido se titula “Cuplé del prototipo”. Cuenta cómo se forma a un murguista al servicio del proceso. Así, le cortan el pelo, lo afeitan y lo disfrazan con mucho colorido (menos el rojo por ser el color del partido comunista). Esta murga que se está gestando toca en la batería solamente la marcha militar. Al murguista transformado le tapan los oídos para que no escuche la letra y la razone, solamente debe memorizarse el texto. El director de la murga no conversaba sino que gritaba, al igual que lo hacían los altos mandatarios del ejército. De esta manera, la murga se convierte en una clara metáfora del ya finalizado gobierno militar.
La sátira llega a un alto clímax cuando se recuerdan los muy conocidos dichos del General Márquez. Transcribimos el texto para que no se pierda nada de la jugosa crítica:

“Hubo algún personaje en esa murga
que hasta al Canario dejaría eclipsado
fue aquél Márquez que declaró a la prensa
hemos dado un giro de trescientos sesenta grados
dijo que estábamos al borde del abismo
y culminó con un chiste impresionante
por suerte hemos logrado dar
un importante paso hacia adelante”

Luego continua aludiendo a la influencia que tuvo Estados Unidos en la imposición de los gobiernos militares en toda América Latina. Y a la necesidad de mantenerse alerta, porque aquel que financiaba los gobiernos de facto latinoamericanos, estaba poniendo su plata en otro lado.

“A esa murga la financiaron varios
algunos que estuvieron y hoy no están
pero el principal anunciador era un tipo
al que llamaban Tío Sam
(…)
no ensayaban jamás la despedida
hasta que un día el que los financiaba
sacó la propaganda del conjunto
tal vez al darse cuenta que ese coro
era a sus intereses un difunto.
Colocó su dinero en otro lado
pero ese es otro tema, si usted hurga
verá que el mismo anunciador
hoy anda poniendo plata en otra murga.”


La despedida dedicada a Elena Quinteros era muy bien recibida por el público. La misma cuenta la historia de la desaparición de la maestra Elena Quinteros y se convierte en el primer reclamo público por los desaparecidos, hecho desde la cultura. Los derechos humanos pasan a ser parte indisoluble del repertorio de cada año.

Es así que la murga Falta y Resto se convierte en un gran referente de la murga uruguaya por su actitud de rebeldía en los momentos más críticos del país, aspirando a concienciar al pueblo de seguir adelante y no bajar los brazos. Sus letras caracterizan su postura crítica y mantienen la misma ideología a través de los años.

[1]En la murga el coro canta los textos a través de melodías que ya han sido popularizadas por otros medios y que el público es capaz de reconocer en su primera audición.
[2]Cita tomada de Falta y Resto “25 carnavales”, Raúl Castro.

Candombe nacionalidad Oriental

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