sábado, 10 de diciembre de 2011

¿A quiénes leía Platón?

RESUMEN:
Los principales aspectos desarrollados en este articulo serán: un brevísimo resumen de los temas substanciales a los que hace referencia Platón en su obra Fedón, lo cual nos permitirá comprender los motivos que lo llevan a su necesidad de presentar argumentos acerca de la inmortalidad del alma. Luego realizaremos un recorrido sintético por su Teoría de las Ideas como base de su filosofía, para posteriormente centrarnos en la estructura argumentativa de la obra que nos compete, y así establecer posibles conexiones con algunos de los pensadores griegos anteriores (Heráclito, Parménides, y la escuela pitagórica) tomando como referencia dos de sus pruebas acerca de la inmortalidad del alma, la de la sucesión cíclica de los contrarios y la prueba de la reminiscencia



El Fedón de Platón:
Comenzaremos por una breve descripción acerca de los aspectos fundamentales que se constituyen como tema de la obra platónica Fedón. Esto nos permitirá situar las argumentaciones acerca de la inmortalidad del alma y comprender por qué existe para el autor la necesidad de establecerlas. Luego pasaremos a analizar las posibles influencias de algunos de los filósofos precursores de dicho pensamiento.
El diálogo platónico Fedón se constituye como una de las más importantes obras de Platón, debido a que en ella se expresa notablemente la denominada Teoría de las Ideas, uno de los más celebres aportes del filósofo a la historia del pensamiento occidental. Dicha teoría ha sido catalogada por la crítica como un ensayo que permitiera superar el impulso relativista que estaba siendo propagado por la sofistica en su tiempo. Podríamos decir que Platón buscaba al igual que sus predecesores la unidad, más allá de la multiplicidad, pero como veremos no la encuentra en la physis sino más allá de ella. La verdadera existencia, lo real, no existe en este mundo, que se muestra imperfecto, perecedero, ilusorio, sino que debe buscarse lejos de él, las percepciones sensoriales, nos alejan de la verdad, una verdad que es trascendente a la materia, y por lo tanto el cuerpo es desdeñado como fuente de conocimiento. Si pretendemos llegar a la episteme debemos alejarnos de la doxa, del mundo de la opinión, de la relatividad, del conocimiento mutable e imperfecto, de la noción difundida en su época de que cada hombre puede ser la medida de las cosas. El alma humana debe separarse de los entes sensibles, y de los sentidos para llegar a comprender las ideas sin apariencias, para alcanzar el ser en sí más allá de lo que se muestra como diverso para cada espectador. Las ideas son la base optima que permite juzgar y comprender así como dar forma a los objetos y acciones del mundo que se nos muestra, la causa de esto: el mundo de los mortales, no es más que una copia imperfecta del mundo ideal.
Estas ideas son el marco que acompaña y atraviesa así como también da forma al desarrollo de la obra Fedón. Su objeto principal tiene que ver con acentuar la dicotomía que el autor establece entre cuerpo y alma, sustentada en la teoría de la ideas. Mientras que el cuerpo pertenece al mundo sensible, muestra como el alma es afín a las ideas. El tema central del dialogo consiste en justificar a la muerte como la separación alma cuerpo, argumentando, dando bases racionales, que evidencien la inmortalidad del alma frente a la del aniquilación de la materialidad que la encarcela.
La estructura de su argumentación:
A continuación describiremos de forma sintética como se configura el modo de argumentar este planteamiento, para luego centrarnos en el análisis del mismo y reflexionar acerca de los posibles elementos que lo constituyen y que pueden darnos a entender que Platón ha recogido en ellos lo que pensadores que lo anteceden han sembrado.
El diálogo se desarrolla a partir de la reunión de Sócrates con sus parientes, amigos y discípulos que lo acompañan en el momento de su ejecución. Platón nos muestra con mucha astucia como los estados de ánimo de los participantes fluctúan entre el dolor y la tristeza consecuencia de la muerte inminente, pero a la vez, se vivencia un gran placer en la conversación con Sócrates, el cual con una gran serenidad argumenta acerca de la inmortalidad del alma, lo cual dará cuenta de que temer a la muerte carece de sentido.
Su fundamentación podría dividirse en cuatro argumentos principales desarrollados de la siguiente manera:
1- El alma es inmortal por la compensación de los procesos entre términos opuestos, o dicho de otra forma, por la sucesión cíclica de los contrarios.
2- El alma es inmortal a través de la prueba de la reminiscencia.
A continuación los combina ambos y expone un tercer argumento:
3- El alma es inmortal por su afinidad a las ideas.
Continuando con su astucia y su habilidad para decir, Platón como estratega considera que estos tres argumentos no serán suficientes ya que darán una explicación parcial a la cuestión, por lo tanto expone un cuarto argumento:
4- El alma es inmortal por la participación de la idea de vida.
Además luego de plantear los primeros tres argumentos expone posibles objeciones que le podrían hacer a las cuales da respuesta, buscando no dejar nada librado al azar, intentando cimentar una verdadera base racional para sostener la teoría de la inmortalidad del alma.
Platón y sus precursores:
Considero que es de vital importancia para comprender a Platón prestar atención a algunos de los primeros pensadores griegos anteriores que pudieron haber influido en sus ideas, a pesar de que en la mayoría de los casos se duda sobre la posibilidad de llamarlos filósofos, y a pesar de que no se conservan para la mayoría mas de algunos fragmentos aislados de sus escritos de los cuales se duda acerca de su fidelidad.
Todo lo que podemos hacer aquí es recoger unas pocas ideas atribuidas a uno u otro de estos grandes hombres que si estaban vigentes en Grecia en tiempos de Platón, podrían haber contribuido a su formación intelectual .[1]
Si leemos con atención los argumentos que a continuación analizaremos veremos que resulta improbable que todas las ideas que allí aparecen sean mérito exclusivo de Platón, y de hecho no lo son. De todos modos, la originalidad de Platón está en su habilidad por sistematizar a sus contemporáneos aclarando y dando orden riguroso a planteamientos que tal vez en otros pensadores podrían aparecer como vagos o desordenados. Para la cosmología Griega, el afán de reconciliación entre lo uno y lo múltiple ha sido un tema muy recurrente, al cual Platón no escapa, lo rescata y toma postura pero sin desconocer la respuestas anteriores, sino como ya hemos dicho reestructurándolas y coordinándolas originalmente.
Las preguntas a las que Platón intenta dar respuesta en tal caso serian las mismas que se cuestionan sus precursores. Nos encontramos frente a un mundo diverso colmado de multiplicidad de fenómenos incomprensibles a simple vista. Por lo tanto, la pregunta tiene que ver con la búsqueda de algún principio unificador que de orden y que a la vez sea fundamento de dicho caos, y por tanto es causa de su surgimiento. Así antes de la respuesta platónica conocemos muchas otras, Tales y el agua, Anaxímenes y el aire, Anaximandro y su ápeiron, Heráclito y el Logos, etc., que sin lugar a dudas no son desconocidas por el autor del Fedón.
Nos centraremos aquí en los dos primeros argumentos para reflexionar sobre los posibles influjos de sus precursores.
1- El alma es inmortal por la compensación de los procesos entre términos opuestos, o dicho de otra forma, por la sucesión cíclica de los contrarios.
Sócrates: (…) Con respecto a todas las cosas, pues veamos si no es así que se genera todo: cada cosa ¿nace de alguna otra parte que de su contrario, cuando lo tiene?. Por ejemplo, lo bello es sin duda lo contrario de lo feo, lo justo de lo injusto, y hay miles de casos por el estilo. Examinemos entonces esto: ¿No es forzoso para las cosas que tienen algún contrario no nacer de ningún otro lado que de este?... ¿No es forzoso que sea a partir de algo que era antes más pequeño que luego deviene más grande?
Cebes: Si (…)
Sócrates: Es suficiente entonces para que establezcamos que en toda generación, las cosas contrarias nacen a partir de sus contrarios.
Cebes: de acuerdo.(…)
Sócrates: si existe un revivir, habría un proceso genético de lo que está muerto hacia lo que vive, el revivir.
Cebes: de acuerdo [2]
Resumiendo brevemente el tema de este argumento podríamos decir que la discusión que allí se plantea tiene que ver con la duda acerca de la supervivencia del alma planteada por Cebes. Las principales afirmaciones serían:
a) Si algo se agranda es porque antes era más pequeño.
b) Si algo se calienta es porque antes era más frio, etc.
A partir de estos ejemplos Sócrates concluye:
c) Los contrarios se generan el uno del otro.
Desde este primer razonamiento Sócrates toma y presta apoyo a la teoría de la metempsicosis que establece que si la vida sucede a la muerte, ésta nuevamente sucede a la vida. Si los contrarios no se generaran sucesiva y cíclicamente todo perecería en algún momento. Si la vida fuera sucedida por la muerte y no se diera el proceso inverso los seres vivos dejarían de existir.
Relacionaremos este planteo con aspectos de la filosofía Heracliteana y Parmenídea, aunque podríamos centrarnos además en otros pensadores.
Anaximandro, Heráclito y Parménides en Paltón:
En la filosofía Griega hablar de “lo opuestos”, “los contrarios” nos remite a “el oscuro”. Heráclito de Efeso. Las cosas del mundo cambian, son corruptibles eso es lo que nos muestran los sentidos, no podemos negarlo. Para Heráclito la diversidad y posibilidad de cambio de lo múltiple se da a expensas de lo uno. La sabiduría de comprenderlo esta en uno mismo, se adquiere mediante los sentidos que muestran a cada hombre un mundo diferente. Mirando hacia el interior de cada uno será posible descubrir al logos que es la verdad y que se caracteriza por ser común a todas las cosas. Esa ley oculta se relaciona con que todas las cosas viven en constante lucha, lucha que es esencial y buena para la continuación de la vida. Heráclito, a diferencia de Pitágoras y Platón descartaba la posibilidad de existencia de un mundo que fuera pacifico y armonioso. El mundo es tal cual se nos muestra a los sentidos y es el único existente. Debemos comprender que la armonía oculta del mundo es la armonía verdadera y que consiste como ya hemos dicho en entender que la guerra es la madre de todas las cosas y que la lucha de los contrarios es lo justo.
Para otros presocráticos como Anaximandro, quien también hace referencia a este tema la prevalencia de una sustancia a expensas de su contrario es injusticia. El castigo consiste en restaurar la igualdad. Así el infractor se ve privado de su sustancia original además de la suya propia. Cada uno trata de superar al otro. Desplazar un opuesto es injusto, un opuesto debe pagar la injusticia al otro sufriendo un castigo que consiste en volver a lo a peirón por tanto tiempo como haya existido. Lo a peirón como principio material posibilita el movimiento de los opuestos. Ese movimiento es el que se encarga de garantizar la justicia. Es ley del cosmos que toda culpa sea ajusticiada. Anaximandro buscaba la permanencia y la estabilidad frente a la multitud de cambios y contradicciones.
Platón admite que los contrarios se generan el uno del otro. Propone ejemplos del mundo sensible (calor - frio, lo grande - lo pequeño) a partir de ellos se extiende hacia los conceptos de vida y muerte, va del plano físico al metafísico. Todas las cosas existentes que tienen generación nacen a partir de su contrario y dejan de existir a causa del mismo. Esto provoca un proceso cíclico, que es doble, primero desde un contrario hacia el otro, y luego cuando el segundo regresa al primero. De la vida se genera la muerte y de esta se genera la vida. El revivir es indispensable para que el proceso genético sea doble tal como lo plantea el filósofo. Si no se aceptara el revivir el proceso seria lineal y uno de los dos términos prevalecería, y en este caso sería la muerte. De la misma manera para Heráclito, esta lucha de opuestos y generación cíclica de los contrarios, es buena en si misma ya que es la fuente del equilibrio de la vida.
De todos modos si bien es notoria esta influencia, es posible identificar diferenciaciones entre uno y otro pensador. La multiplicidad de este mundo para Heráclito es lo único que existe mientras que para Platón la misma no es más que la imitación imperfecta de una única realidad, la ideal, la cual solo podremos alcanzar una vez que nos liberamos de la cárcel del cuerpo corrupto, en el momento en que su muerte es sucedida por la vida, cuando nuestra alma inmortal es liberada. Asumieron diferentes puntos de vista sobre lo uno y lo múltiple a pesar de su referencia a la generación y corrupción cíclica de los contrarios.
Por otra parte parecería ser que el mundo platónico ideal presenta similitudes con la concepción de Parménides ya que la multiplicidad que percibimos es aparente, y la verdad del mundo es otra, es el ser eterno, inmutable, perfecto, único, inmóvil. Lo que para Heráclito es visto como la única realidad para Platón y Parménides son aparentes. Para Platón solo luego de la muerte el alma se libera y se reencuentra con las ideas que ya conocía, y que por lo tanto le permiten reconocer que la multiplicidad de este mundo no es más que la imitación imperfecta de aquel mundo ideal y real.
Podríamos decir que Platón de alguna manera concilia las posturas de Heráclito y Parménides. En el argumento de la compensación de los procesos entre términos opuestos se aprecia claramente, ya que se explica su postura con respecto al mundo sensible y sus limitaciones, pero a la vez se exalta la inmortalidad del alma, que como lo explica en otras argumentaciones tiene afinidad con los atributos de las ideas.
2- El alma es inmortal a través de la prueba de la reminiscencia.
Podríamos resumir del siguiente modo dicho argumento:
a) Las cosas en sí que concebimos no las encontramos en el mundo con la misma perfección con que las concebimos.
b) Entonces es forzoso que las hayamos concebido en otro tiempo en el que no teníamos percepciones ni cuerpo, por ende al ver cosas concretas parecidas a ellas, aunque inferiores, las recordamos.
c) Esto nos permite hablar de objetos iguales, al percibirlos pensando en lo igual en si que conocimos antes de nacer.
d) Ahora simplemente las recordamos. El conocimiento es pues, reminiscencia o reconocimiento.
Indiscutiblemente la lectura de Platón y especialmente del argumento que prueba la inmortalidad del alma por la reminiscencia nos remite a algunos de los elementos fundamentales de la escuela pitagórica. La principal que señalaremos aquí: el dualismo cuerpo alma.
El pitagorismo plantea un camino de purificación hacia lo que considera como principio de orden y vida del cuerpo: el alma. El alma para el pitagorismo (anteriormente para el orfismo) y posteriormente para Platón es considerada como “el hombre real” antes que Platón fue el pitagorismo quien se elevó hacia un mayor grado de abstracción proponiendo como única entidad real algo puramente ideal. El hombre se acerca a la divinidad buscando en su interior. La existencia se convierte en un ciclo de muertes y vidas sucesivas, consecuencia natural de la cárcel del alma denominada cuerpo. En él el alma se encapsula, y por esto la vida es sufrimiento y búsqueda de la salvación. Para Platón y para el pitagorismo es necesario cultivar la armonía del alma, la cual es considerada la esencia del hombre mismo. En la dualidad cuerpo alma subyace el conflicto ontológico y gnoseológico. Para Platón, tal como lo demuestra en este argumento, el alma, considerada el hombre real es la que conoce, mientras que los sentidos simplemente reconocen, recuerdan imperfectamente lo que el alma sabe.
Platón al igual que el pitagorismo separan el plano de lo uno y de lo múltiple. El plano real es uno e ideal. Se corresponde con la perfección. Lo aparente se relaciona con lo múltiple, lo compuesto e ilimitado, y por lo tanto es imperfecto.
Para concluir con este breve artículo me parece razonable considerar que sería inconveniente afirmar que Platón fue simplemente un sistematizador de las ideas de su tiempo. Podríamos establecer que sin lugar a dudas ha leído a sus contemporáneos y que de alguna forma en sus escritos ha tenido en cuenta las producciones anteriores y las ha transformado en una obra filosófica que ha marcado un antes y un después en la historia del pensamiento. Con su astucia y originalidad, ha generado que parte de la crítica considere que toda la filosofía posterior a él ha sido platónica, ya que de una u otra forma gran parte los filósofos lo han considerado en sus planteamientos.

Bibliografía:
Guthrie; W. K. C.; Los filósofos griegos, Fondo de Cultura Económica; México; 1953
Hare; R.M.; Platón; Alianza; s/o; s/d
Kirk G.S.; Raven J.E.; Schofield M.; Los Filósofos Presocráticos; Gredos; S/o S/d
Mondolfo Rodolfo; El Pensamiento antiguo; Losada; Buenos Aires; 1942
Platón, Fedón, Eudeba, Buenos Aires, 1971
Windelba

[1]Hare; R.M.; Platón; Cap. 2; Los Precursores de Platón; Pág. 22
[2]Platón, Fedón.