jueves, 1 de septiembre de 2011

100 Años de Cantinflas


El 12 de agosto pasado se cumplió el centenario del más famoso de los cómicos latinos americanos, el grandioso Mario Moreno alías Cantinflas. Resucitó a sus 100 años
Como no podía ser de otra manera en la ciudad de México, lugar que lo vio nacer, y en el resto de su país natal Cantinflas resucito, su imagen, sus películas, sus entrevistas y las grabaciones radiales que deleitan con su inconfundible verseo colmaron todos los espacios del país azteca.
Mario Moreno no solo fue un actor que conquisto el mundo con un personaje que no era más que una réplica del 'peladito', imagen y portavoz de ese montón de mexicanos que se buscan la vida en la calle y logran sobrevivir con audacia y mucho sentido del humor, Cantinflas era un luchador y un ser con profundo sentido del compromiso social, su voz se intento callar en muchas ocasiones al atacar al gobierno mexicano y a televisa por su enorme esfuerzo por perpetuar la desigualdad de su pueblo, pero el cariño del público y su universalidad mediática solo le daban mayor peso y circulación a sus palabras duras y directas.
Muchas de sus frases celebres y más inquietantes eran improvisaciones que dentro del contexto fílmico eran sorprendentes, la calidad de sus comentarios sumado al costo de volver a repetir al toma o editarla le permitían convertir una tonta escena en un memorable momento del mundo del cine.
“El Barrendero” si duda tal vez no su mejor película pero si su mejor actuación, ese personaje dispara su creatividad lingüística, su forma de hablar se explayó a una razón sin razones que solo el Quijote podría haberlo entendido, el golpe cultural que ocasionó, llego hasta las esferas de la real academia Española y la aplicación del termino cantinfliar o cantinfliando se instalo en muchos países de América y del mundo donde se reconoce como: “Hablar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada.”
“De acuerdo a una leyenda con la que él está de acuerdo, el joven Mario Moreno, intimidado por el pánico escénico, una vez en la carpa Ofelia olvidó su monólogo original. Comenzó a decir lo primero que le viene a la mente en una completa emancipación de palabras y frases y lo que sale es una brillante incoherencia. Los asistentes lo atacan con la sintaxis y él se da cuenta: el destino ha puesto en sus manos la característica distintiva, el estilo que es la manipulación del caos. Semanas después, se inventa el nombre que marcará la invención. Alguien, molesto por las frases sin sentido grita: «Cuánto inflas» o «en la cantina inflas», la contracción se crea y se convierte en la prueba del bautismo que el personaje necesita.”
Carlos Monsiváis
Ya lo dejó escrito para su lápida el mismo Cantinflas antes de morir:"Parece que se ha ido, pero no es cierto".
Las mañanitas ardieron en el DF, no para saludar a las mozas en sui nuevo aniversario sino para reconocerle a su héroe que arrancaba sonrisa que para el pueblo mexicano el “barrendero” aun sigue vivo porque Mario Moreno tal vez los ha dejado pero Cantinflas será eterno.